El corcho, una materia prima en decaimiento

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El corcho, una materia prima en decaimiento

El corcho, una materia prima en decaimiento

El sector del corcho desarrolla su actividad principalmente en la zona mediterránea, siendo la producción de Portugal de más del 48% de la total mundial y la de España de aproximadamente el 25%.

Extremadura alberga aproximadamente 250.000 hectáreas de alcornocal, superficie que representa el 34.5% de la masa forestal de alcornoques en España. No cabe duda que el corcho, principal materia prima que se obtiene del alcornoque, es el motor económico de buena parte de Extremadura, no sólo por la industria de transformación sino también por el gran número de empleos directos que genera la extracción o “saca”.

 

Los estudios realizados por la industria corchera, avalados por los centros de investigación en la materia, arrojan unos datos irrefutables: existe una merma de la producción paulatina, tanto en calidad como en cantidad, que amenaza el sector, y que provocará a medio plazo un desabastecimiento de la industria.

 

Entre los factores más influyentes en esta merma están la disminución de las densidades de arbolado en monte por pérdida de pies, el decaimiento relacionado con el síndrome de la Seca (causada por el hongo Phytophtora cinnamomi)  y otras enfermedades, la destrucción continuada y creciente del corcho en el árbol por las diferentes plagas como la culebrilla del corcho, el envejecimiento de los alcornocales, el abandono de la gestión y de las masas, etc.

 

Las repoblaciones realizadas en las últimas décadas en España, y concretamente en Extremadura, no están consiguiendo amortiguar lo suficiente esta disminución en la producción de corcho.

Desde Trevinca estamos convencidos que se deben promover instrumentos de gestión forestal, que contemplen la regeneración de las masas, y abrir nuevas líneas de ayudas para lograr la regeneración del arbolado. Es aquí donde creemos que se puede aplicar el conocimiento y la experiencia alcanzados en el cultivo de otras variedades leñosas como el olivo o el pistacho, ya implantado con éxito en Portugal, al alcornoque. Se trata, por tanto, de buscar nuevos sistemas productivos para el corcho.